He comentado en diversas ocasiones que Micaela Moon es, sin lugar a dudas, el texto más leído de toda mi producción. No se trata de una virtud específica de la obra, sino de la ferviente y generosa voluntad de algunos profesores amigos que se han encargado de difundirlo (y estudiarlo) en las clases de secundaria. Podría compartir aquí algunas afirmaciones al respecto, pero prefiero dejarles, por el contrario, una serie de preguntas incisivas elaboradas por el siempre curioso (y agudo) Juan Pablo Moresco:
“¿Es el narrador un poeta anónimo que se disfraza a través de un alter ego para trascender su propia soledad, su miedo? ¿Es la lluvia el telón de fondo del sueño, el velo que disfraza la realidad y la trasmuta? ¿El narrador es Micaela Moon, la máscara de un poeta maldito? ¿Es Micaela Moon la hermana menor de Vincent Moon, la parte ignorada de un alma escindida por el miedo y la contradicción de la naturaleza humana?”
